Dibujo de Miguel Montesinos, ex prisionero político de Villa Grimaldi

Fuente: https://villagrimaldi.cl/historia/formas-de-tortura/ 

 

Sergio Inostroza días después de estas jornadas de secuestro y tortura por parte de la CNI, concedió una entrevista, allí comenta cómo fueron las torturas realizadas a su hijo:

“Lo peor, continúa, fue la utilización de mi hijo para presionarme a hablar. Al niño lo torturaron delante de mí. Lo ponían en la camilla y le aplicaban la electricidad igual que a mí. No respetaron ni siquiera su edad. Yo vi como se hizo de todo (se orinó y defecó)…”. (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984).

La CNI buscaba lograr testimonios de una supuesta red subversiva escondida detrás de su participación organizacional dentro de los pobladores de Pudahuel y a la vez que dar con el o los responsables de la muerte del carabinero el día del copamiento al supermercado y el ataque a la subcomisaria Teniente Merino, buscando tomar venganza a través de estos sanguinarios métodos implementados en esta parte de la historia de Chile. A Sergio Inostroza padre le aplicaron también electricidad en la frente y en la nuca, poniéndole después potentes focos de luz en los ojos por un tiempo prolongado, tortura que le provocó una pérdida de la visión significativa, señaló también Sergio: “Desde que me soltaron veo muy poco, casi nada. Ya no puedo leer. Aquí los compañeros me leen los diarios. También me duele mucho la cabeza”. Sergio Inostroza también fue golpeado en la cabeza y nuca hasta dejarlo semi inconsciente y se le aplicó tortura eléctrica hasta fracturarle uno de sus brazos en tres partes. 

“El brazo no me lo quebraron a golpes, fue con corriente. Me engrillaron los brazos y entonces uno ordenó: “Ponle 220 a ese chuchesumadre”. Fue terrible. Sentí clarito cómo sonó el hueso. Fíjese me lo rompieron en tres partes. Por ahí está la radiografía…”. (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984).

Portada Fortín Mapocho 07 de junio 1984

Fuente: Fortín Mapocho 7 de junio 1984

Las redadas estos días continuaron, el día 9 de mayo la CNI junto a Carabineros allana la casa de Gastón Roldán buscando a él y a su hermano, este hombre de 30 años era parte del Comando de Organizaciones Populares de Pudahuel, COPP. Gastón fue trasladado al Cuartel Loyola y torturado durante al menos cinco días, su hermano fue encontrado igualmente durante estos allanamientos y trasladado también al cuartel, el aire de impunidad constitucional y el secretismo que sobre este cuartel estaba contenido, hicieron que la CNI experimentara con nuevas formas de tortura, una de ellas la colocación de electricidad no solo sobre el cuerpo, sino a través de delgados filamentos que podrían entrar al cuerpo a través de los oídos, tortura efectuada a Roldán. 

“Me torturaron todos los días. Me aplicaron electricidad en las zonas más sensibles del cuerpo, el pecho, los testículos y los oídos. Lo más terrible era cuando me metían unos alambres por los oídos  aplicaban las descargas. Los interrogatorios más largos, eran sobre los asaltos a la tenencia y la muerte de los Carabineros. Yo les decía que era un dirigente público. Pero me decían que eso no les interesaba, que querían saber de las armas. Me interrogaban hasta dos veces al día. Las “sesiones” más largas eran sobre las armas y asaltos armados en los que me querían involucrar” (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984).

Los prisioneros eran mantenidos al interior del Cuartel Loyola con los ojos vendados, sin tener comunicación entre ellos, con excepción de aquellos que contaban con algún detenido que siendo familiar, era utilizado para aumentar el dolor de las torturas. Mientras al interior del Cuartel Loyola las torturas no cesaban, los familiares de las víctimas comenzaban un incansable camino por encontrar a sus seres queridos, quienes al encontrarse en situación de secuestro y desaparición se hallaban en el limbo entre la vida y la muerte. Luchando porque estos prisioneros no se sumaran a la gran lista de Detenidos Desaparecidos que aún pesa sobre la historia de Chile, la esposa de Sergio Inostroza, Olga Muñoz Díaz, interpuso un recurso de amparo por la desaparición de su esposo y su hijo, junto con el Vicario de la Solidaridad Monseñor Ignacio Gutiérrez, presionaron a que la justicia se hiciera cargo de dicho recurso, pero todas las instancias posibles negaron la orden de detención de padre e hijo, tanto el Ministerio del Interior, la Fiscalía Militar, el Área Metropolitana de Carabineros, la Jefatura Metropolitana de Investigaciones y el director de la CNI, señalaron bajo oficio fechado entre el 8 y el 11 de mayo de 1984, que ninguna de esas instancias hubo de ordenar dicha detención.  

Interior del ex Cuartel Loyola año 2006

Fuente: Colección fotográfica del profesor Peter Read y la Dra. Marivic Wyndham

El 14 de mayo, luego de que no apareciera ninguna nueva información sobre la aparición de los Inostroza, el Vicario de la Solidaridad decide dar una conferencia de prensa, donde señala la preocupación de la Vicaría por este caso de desaparición forzosa:

“Nos preocupa que a diez días del arresto, no aparezcan estas dos personas y que en su detención se hayan verificado las mismas circunstancias que se dieron hace años con los detenidos-desaparecidos” (Vicaría de la Solidaridad, 1984).

Al interior del Cuartel Loyola y bajo un profundo secretismo, seguían llegando detenidos de los allanamientos que la CNI realizaba en las comunas del poniente de Santiago, entre ellos fue tomado detenido una de estas noches Esmolek Troncoso Cisternas, hermano de Sergio Troncoso Cisternas, importante dirigente sindical que ya se encontraba en los registros de la CNI en el Cuartel Loyola desde antes de 1984 cuando este taller era ocupado por la Unidad Sindical. Sergio Troncoso Cisternas militante del PC, fue presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores de la Construcción y luego presidente del Sindicato de Trabajadores de la Construcción, Excavadores y Alcantarilleros, trabajaba durante estos años por la restructuración del movimiento sindical, hubo de estar detenido luego del golpe de Estado en el Estadio Nacional. Por ende suponemos que la CNI buscó a su hermano para detenerlo y torturarlo en el Cuartel Loyola como forma de amedrentar y desarticular la organización popular y sindical, además el sindicato que Sergio Troncoso lideraba colaboraba con la Coordinadora Metropolitana de Pobladores a la que Sergio Inostroza pertenecía.

Fuente: https://www.memoriasdelsigloxx.cl/601/w3-article-74592.html

Esmolek Troncoso Cisternas sufría de algunas patologías cardíacas, comentándoselas éste a los agentes de la CNI, quienes no le creyeron y lo torturaron con electricidad hasta el riesgo de muerte, de hecho según el testimonio de Gastón Roldán “un día entró corriendo una mujer a la sala de torturas gritando “se nos va el pelao”. El pelao era Troncoso que es enfermo del corazón, pero no le habían creído” (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984).

Según las triangulaciones de información que se pueden realizar, la mujer que apareció en este relato puede corresponder a Palmira Isabel Almuna Guzmán, alias “La Pepa”, quien según las declaraciones del carabinero Marco Antonio Osorio Verdugo, comenzó a frecuentar los cuarteles policiales del poniente de Santiago en este período, entrenando a nuevos agentes CNI en las prácticas de tortura realizadas cuando ella era agente de la DINA en los cuarteles José Domingo Cañas y la Venda Sexy. Además, como era Subteniente de Carabineros, se dedicó a fomentar el vínculo que en el Cuartel Loyola se daba entre Carabineros y la CNI, de hecho precisamente luego de este período de enseñanza realizado en este cuartel en 1984, deja la CNI y vuelve a ocupar un lugar en Carabineros a partir de 1985. Siguió viviendo en el sector de Pudahuel hasta que es denunciada en su casa el año 2003 a través de una funa, entonces decide ocultarse en el norte de Chile. En marzo del año 2023 “La Pepa” fue condenada junto a otros 52 ex agentes de la DINA a 10 años y 1 día por su responsabilidad en crímenes de lesa humanidad en el contexto de la Operación Colombo. 

Afiche de funa Palmira Isabel Almuna Guzmán

Fuente: https://praxislibertaria.wordpress.com/2013/10/04/chile-dd-hh-palmira-isabel-almuna-guzman-oficial-de-carabineros-agente-dina-pinochetista/ 

 

La presencia de esta mujer y de otras personas especialistas en las sesiones de tortura, fueron aumentando la complejidad y la intensidad de las mismas, de hecho, la prensa días después informó que en el Cuartel Loyola efectivamente ocurrieron Nuevas formas de tortura, si Troncoso fue llevado al borde de la muerte, se posee también el testimonio de José Mínguez descrito en la prensa de la siguiente manera:

“A José Mínguez le pusieron una capucha de esponja y luego lo golpearon en la cabeza con una bolsa de cuero rellena con arena atada a un palo. Dicen que no se resisten más de 3 o 4 golpes y que los dolores son terribles” (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984).

Si un patrón se podía observar en el tipo de tortura y en el método de encarcelamiento sucedido en el Cuartel Loyola, es que las personas que pasaron por este sitio fueron tomadas detenidas en grupos familiares, ya sea padre e hijo, hermanos, primos e incluso parejas y matrimonios. Un caso que ejemplifica el modus operandi de la CNI estos días es que Irene del Carmen Illanes Pizarro fue tomada detenida junto a su pareja Luis Antonio Varela Rodríguez, ambos tenían un hijo de 16 años quien además durante el tiempo en que sus padres estuvieron detenidos, fue amedrentado en su propia casa por la CNI según los registros tomados por la Vicaría de la Solidaridad. Además Irene del Carmen Illanes es tomada prisionera con otro de sus hijos: Carlos Alberto Escala Illanes, este muchacho de 21 años estuvo detenido en Loyola intentando culparlo por parte de la CNI como el autor de los homicidios de tres carabineros: Pedro Salas Lineros, Juan Cáceres Opazo y Francisco Pérez Brito. 

Fragmento diario El Mercurio. 18 de mayo 1984

Fuente: El Mercurio 18 de mayo 1984

Gran parte de la familia de Carlos Escala Illanes fue perseguida, sus hermanas Maria Antonieta y Laura fueron también tomadas detenidas, Laura puso un recurso de amparo debido a los hostigamientos y allanamientos que la CNI y Carabineros realizaban en su casa, pero el año 1986 fue declarada reo inculpándola por su militancia y pertenencia a las organizaciones de resistencia a la Dictadura. Es notorio como la CNI ejecutó estos planes de detención familiar, incluso como en el caso de Irene Illanes, llegando hasta los vínculos personales más cercanos como sus parejas e hijos. Este manejo de información familiar fue utilizado como forma de control y hostigamiento entre las personas detenidas.

José Mínguez siguió siendo torturado al interior del cuartel, siempre vendado, recibió distintos tipos de golpes y vejaciones cercano a su esposa, pues Mínguez fue tomado detenido junto a su señora cuando éstos recién habían contraído matrimonio el 26 de abril de ese año 1984. Luego de pasar por el cuartel, Mariana fue declarada culpable por porte de explosivos –como forma de inculparla y justificar su detención política- y llevada al Centro de Orientación Femenino, encontrándose embarazada y teniendo a su hija al interior del centro penitenciario en septiembre de 1984.

Fuente: Colección personal Mariana Soto

Algunos otros testimonios indicados por la prensa de estas nuevas formas de tortura que se estaban realizando en el Cuartel Loyola, señalan:

“A otros los tendieron boca abajo en unas banquetas con los brazos estirados, y con una roldana subían un saco de arena y lo dejaban caer sobre los riñones” (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984).

Otro caso importante de relevar es aquel ocurrido contra Santiago Cerda, a quien los agentes de la CNI le escribieron en sus piernas con electricidad precisamente las siglas de esta policía de la Dictadura. 

“También se sabe del caso de Santiago Cerda, a quien le marcaron con electricidad en una pierna las iniciales del CNI” (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984).

Las torturas realizadas en el cuartel sucedían al alero de los trabajos realizados en el taller mecánico instalado en los alrededores de la antigua casa neo-colonial donde seguían realizándose las reparaciones a los automóviles militares, relatos de carácter más informal señalan también la realización de torturas en los baños del recinto, utilizando métodos vinculados al agua y su combinación con la electricidad. 

Situación actual del baño en el ex Cuartel Loyola

Fuente: SECPLA, Quinta Normal, 2023

Dentro del marco de impunidad que existía frente a esos secuestros, las familias de los detenidos aún seguían en su búsqueda por los distintos centros policiales, el recurso de amparo por presunta desaparición de Sergio Inostroza y su hijo no daba frutos ciertos, entonces, la Vicaría de la Solidaridad decide un 16 de mayo a través del abogado Héctor Contreras Alday solicitar a la Corte de Apelaciones de Santiago la designación de un Ministro en Visita que investigue la desaparición y posible secuestro de Sergio Hernán Inostroza y su hijo. Debido a las presiones de la Vicaría de la Solidaridad a las diferentes instancias institucionales vinculadas al caso, es que Carabineros del OS-7 decide retirar a los prisioneros del Cuartel Loyola y entregarlos a la Primera Fiscalía Militar el mismo día 16 de mayo.

Fragmento diario La Tercera, 17 de mayo

Fuente: La Tercera 17-05-1984

Poco a poco se hicieron visibles las verdades intenciones del plan de copamiento del supermercado Baratísimo, el hecho de buscar casi como excusa para detener a dirigentes sociales este suceso, la experimentación con nuevas formas de torturas que instalaron un nuevo ambiente socio-político en Chile e incluso el hecho de disponer de la metodologías de inteligencia para rastrear a personas mediante procesos de infiltración, hicieron que al momento de enterarse de la existencia de más de veinte personas secuestradas durante 11 días en este cuartel de la CNI, se pensara inmediatamente en el nacimiento de nuevos procesos de criminalización de la organización social, sindical y poblacional. Carabineros decide entonces llevar a las personas detenidas del Cuartel Loyola a la Fiscalía Militar, los familiares acuden en este momento a saber de los suyos y poder siquiera saludarlos, algunos medios de prensa contrarios a la Dictadura sacaron algunas palabras de los detenidos, por ejemplo en este momento Sergio Inostroza padre dijo:

“Las torturas eran diarias, el movimiento empezaba como a las siete de la tarde y no paraban en toda la noche. Una sola vez me dejaron tranquilo, cuando se me inflamó el pecho y tuve un principio de infarto, después que me quebraron el brazo” (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984).

Gastón Roldán señala además, que cuando los sacaron del Cuartel Loyola y los revisaron los trabajadores de la Cruz Roja Internacional, quedaron sorprendidos con estas nuevas formas de tortura que se realizaron en este cuartel, además para Miguel Pizarro quien también era dirigente del Comando de Organizaciones Populares de Pudahuel, el arresto de todos estos dirigentes sociales pone en la palestra la calidad de montaje del copamiento al Baratísimo como una forma de desarticular el movimiento popular y las organizaciones sociales:

“Está claro –dice- que todos los detenidos somos dirigentes, y que en la comuna hemos conseguido importantes avances en nuestras organizaciones. De hecho, señala, en las últimas protestas las fuerzas represivas no pudieron entrar, no porque nosotros atacáramos, sino porque aprendimos a organizarnos y defendernos” (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984). 

Llegada de prisioneros del Cuartel Loyola a la Fiscalía Militar

Fuente: Fortín Mapocho 7 de junio 1984

En todo este tiempo Humberto López Candia que también se encontraba en el Cuartel Loyola, tuvo un diferente tratamiento por parte de la Justicia y la prensa, el fiscal Francisco Baghetti quien tuvo a cargo este caso, al recibir a estos prisioneros dejó detenidas e incomunicadas a 21 personas, los hombres son llevados hasta la ex Cárcel Pública de Santiago, las mujeres a la cárcel de San Miguel (Centro de Orientación femenino), mientras que Sergio Inostroza hijo fue puesto a disposición del Séptimo Juzgado de Menores de Pudahuel. Humberto López Candia se encuentra inculpado como autor de maltrato de obras a Carabineros causando muerte, robo al supermercado e infracción a la ley de control de armas. 

El día 21 de mayo se da a conocer que de todas las personas que se encontraban en el Cuartel Loyola, once quedaron detenidos e inculpadas sin comprobar participación en el copamiento al supermercado ni tampoco en el asesinato al carabinero, por lo tanto Santiago Cerda, Carlos Escala, Sergio Flores, Irene Illanes, Sergio Inostroza, José Mínguez, Mariana Soto, Gastón Roldán, Luis 

Varela y Esmolek Troncoso fueron inculpados como autores de la infracción al artículo tercero de la Ley de Control de Armas, que se refiere a la tenencia de explosivos. Todos ellos además participaban de diversas organizaciones sociales o tenían algún vínculo con ellas, Sergio Inostroza señalará a la prensa:

“Como no pudieron achacarnos lo que pretendían, como no tenían prueba de nada de lo que nos atribuían, al final nos acusaron de tenencia ilegal de explosivos, para poder meternos a la cárcel” (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984).

Una vez detenidos, Sergio Inostroza en un encuentro con el sacerdote Mariano Puga, le comenta parte de los interrogatorios realizados:

“Mientras conversamos en los patios de la cárcel, nos interrumpe el sacerdote Mariano Puga, que viene a visitar a su viejo amigo. Inostroza le incrimina riendo “Por ti me sacaron la cresta. Querían saber de la Escuela de guerrillas Mariano Puga. El sacerdote mueve su cabeza y comenta: Cuando la gente me pide que les ayude, que les dé una manito, les advierto: no sé si esto va a ser una manito o un manotazo” (Fortín Mapocho, 07 de junio de 1984).

Y a Humberto López Candia quien estaba siendo el único inculpado por la muerte del carabinero, fue llevado en la Segunda Fiscalía Militar a reconocer el arma con la que hubo de ser detenido la noche del copamiento del supermercado, según las mismas palabras de López Candia fue puesto frente a un conjunto de armas decomisadas durante la operación y éste eligió cualquier otra arma al azar y debido simplemente a este gesto proveniente de la suerte –como él lo reconoce-, se salvó de ser inculpado por el homicidio del carabinero. 

“Al año después me sobreseyeron de la muerte del carabinero y me procesaron por lo otro (tenencia de explosivos)… Las armas se mezclaron después en la segunda fiscalía militar. Entonces, cuando me llevaron a reconocer mi arma, yo elegí otra al azar” (https://encr.pw/entrevistaexagenteoficina).

Según el mismo López Candia, el carabinero fue asesinado durante el altercado afuera del supermercado desde una corta distancia: “El carabinero murió por un tiro a corta distancia. Aparentemente, fue una de las personas de la unidad que asesinaron tras detenerlos. Pero no sé exactamente quién” (https://encr.pw/entrevistaexagenteoficina). En contradicción, la prensa señalará el día 15 de mayo que el tiro más bien fue ejecutado desde una distancia considerable:

Fragmento diario La Tercera 15 de mayo de 1984

Fuente: La Tercera 15-05-1984

Quedando descartada la utilización de la pistola de 7.65 milímetros encontrada en poder de López Candia, la justicia cerrará el proceso por la muerte de este carabinero como parte de un enfrentamiento que dejó víctimas en ambos lados de la operación, y López Candia fue inculpado de este procedimiento, cuando paralelamente a todos los dirigentes sociales encarcelados se les torturó, desapareció por once días, persiguió y se le forzó en muchos casos a su salida del país. De ahí que muchas partes y debido a todos estos acontecimientos es que la figura de López Candia siempre ha estado en la palestra respecto de su posible infiltración y su trabajo temprano en la desarticulación de las agrupaciones de resistencia a la Dictadura, siendo el Cuartel Loyola uno de los centros de operación de esta estrategia.

La tercera sala de la Corte de Apelaciones rechazó el recurso de amparo en favor de Sergio Inostroza padre e hijo por su desaparición, a pesar de ello dejó en vista la profunda irregularidad del proceso, pues mientras la defensa de ambos señala que fueron detenidos desde su domicilio el día 5 de mayo, Carabineros recién realizó –como parte de las prácticas de irregularidad en pos de la desaparición y los secuestros forzados- el parte de detención el día 9 de mayo, mientras que un informe realizado por el OS-7 de Carabineros señala la detención el día 8 de mayo. De las personas que permanecieron estos días secuestradas en el Cuartel Loyola y que luego fueron procesadas por porte de explosivos, Gastón Roldán quedó en libertad al año 1985, mientras que según informes de la Vicaría de la Solidaridad, los demás detenidos quedaron en libertad bajo fianza el año 1987, con excepción de Humberto López Candia que siguió en calidad de detenido. 

Vista actual del ex Cuartel Loyola

 

Fuente: SECPLA Quinta Normal, 2023

 

El día 16 de octubre de 1998, 8 años después del comienzo de la transición política, el dictador chileno Augusto Pinochet fue detenido en Londres por el juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, por los delitos de terrorismo internacional, genocidio, torturas y desaparición de personas ocurridas en Chile durante la Dictadura civil-militar, dentro de los cargos que se le imputaban está la tortura de algunas personas que pasaron por el Cuartel Loyola el año 1984, entre ellas Sergio Inostroza padre e hijo, José Mínguez y Esmorek Troncoso. 

Fragmento Auto del Juez Baltasar Garzón por el que se amplía el procesamiento contra Augusto Pinochet por 64 nuevos casos de torturas. 1-V-1999

Fuente: https://www.archivochile.com/Dictadura_militar/pinochet/juicios/DMjuiciopino80025.pdf 

Lo acontecido en el Cuartel Loyola en el mes de mayo de 1984 trajo transformaciones muy significativas para la historia de Chile: 

i. Visibilizó nuevas estrategias de respuesta frente al alzamiento popular llevado a cabo durante las Jornadas de Protesta Nacional de 1984, observándose las estrategias de inteligencia y persecución hacia dirigentes sociales, sindicalistas y militantes, que llevaron al asesinato de dos militantes del PC durante el copamiento al supermercado, la muerte de un carabinero y la realización de una jornada de redadas y allanamiento en el poniente de Santiago.

 ii. Trajo consigo nuevas estrategias para la desaparición y aprisionamiento de personas por parte de la CNI, utilizando las posibilidades que la Constitución redactada el año 1980 les permitía a través del artículo 24 transitorio, aprobado justamente en los días que el Cuartel Loyola funcionó como centro de detención clandestino para permitir su funcionamiento dentro de un marco constitucional.

 iii.Trajo consigo la experimentación de nuevas formas de tortura según lo expresado por la Cruz Roja Internacional, logrando observarse el traspaso metodológico ocurrido entre la DINA y la CNI a través de la figura de la “Pepa”, realizándose jornadas de tortura más que como una forma de obtener información para desarticular el movimiento popular, como una simple estrategia de humillación y vejación humana en el contexto de un enfrentamiento directo entre la Dictadura y las organizaciones sociales. 

 iv. Visibilizó el método de trabajo para la detención conjunta de familias del sector poniente de Santiago, observándose la activación de las metodologías de información que incluso habían operado frente a los vínculos familiares más íntimos de las personas, para luego utilizar esa información personal-familiar como forma de hostigamiento, control e incluso tortura. 

 v. Mostró las incipientes metodologías que se ocuparán en la llamada Transición chilena luego del término de la Dictadura, cuando a través de la infiltración y los agentes dobles (incluso triples), simbolizados en la figura de Humberto López Candia, permitieron por una parte dar cuenta del entramado de inteligencia de la Dictadura y luego utilizar a estos agentes dictatoriales para que colaboraran entregando información sobre casos de tortura, asesinato y desaparición a cambio de impunidad y por otra parte, visibilizar a quienes durante el año 1984 cambiaban la estrategia política hacia un enfrenamiento violento y directo a la Dictadura, alejado de las grandes masas populares, pero con un foco directo de venganza popular al dictador Pinochet. De los entramados que se originan en casos como el del Cuartel Loyola nacerá luego la metodología de “La Oficina” y por ende la forma en que la Transición chilena pudo llevarse a cabo en una lógica de empates tácticos que evitaran el continuo derramamiento de sangre.   

 vi. El caso del Cuartel Loyola permitió dar cuenta de la gran fuerza que la Vicaría de la Solidaridad estaba teniendo como forma de presión pacífica y legal contra la Dictadura de Pinochet, las diversas instituciones judiciales y policiales estaban teniendo una suerte de resquemor legal frente a los recursos de amparo interpuestos por la Vicaría y en específico en el caso del cuartel el hecho de que el mismo Vicario de la Solidaridad solicitara frente a la Corte de Apelaciones un Ministro en Visita permite la salida a luz de la utilización de este antiguo garaje militar como cuartel clandestino. 

Humberto López Candia (a la izquierda) en la Cárcel Pública

 

Fuente: https://www.flickr.com/photos/memoriaurgente/2747526673/in/photostream/

 

El caso de los cinco frentistas desaparecidos y los rieles del Cuartel Loyola

Un punto que aún no se menciona en el desarrollo del Cuartel Loyola, es que el hecho de ser éste un taller mecánico y garaje de la Fuerza Aérea y utilizarse a su vez principalmente la casona neo-colonial que se ubica justamente al lado de estos antiguos talleres como centro de detención y tortura ilegal, forjaron un vínculo simbólico entre el trabajo industrial con la realización de actos de vejación humana en la impunidad y el silencio que permitía el sonido del trabajo sobre el fierro. Luego de que se conoce la utilización de este lugar como centro de detención ilegal, entonces el resguardo militar de este sitio se explicitó mucho más, principalmente a través de la colocación como punto fijo de un militar en la garita de vigilancia en altura, permitiendo hacer frente a algunos ataques incipientes que pobladores realizaban con piedras y palos a este cuartel sobre todo durante algunas fechas conmemorativas de la lucha contra la Dictadura. 

Caseta de vigilancia ex Cuartel Loyola año 2006

Fuente: Colección fotográfica del profesor Peter Read y la Dra. Marivic Wyndham

Pero sin embargo otro de los acontecimientos que vinculan directamente al Cuartel Loyola con casos de violación de Derechos Humanos, tiene que ver con el asesinato y desaparición de cinco militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez el año 1987. Algo que se debe señalar además, es que más allá del caso ocurrido en el supermercado Baratísimo, no ha sido posible ubicar otras personas que pasaron por el Cuartel Loyola, sin embargo es imposible cerrar este listado pues debido a la impunidad que la CNI poseía estos días para poder detener personas en cualquier sitio que no fuera necesariamente un cuartel policial como tal, es que se sabe de mucha gente que detenida en mayo de 1984 nunca supo exactamente en qué lugar estuvo. 

Según la descripción de algunos testigos, el sitio Memoria Viva describe el Cuartel Loyola como:

Fragmento reseña de Memoria Viva “Recinto CNI calle Loyola”

Fuente: https://memoriaviva.com/nuevaweb/centros-de-detencion/metropolitana/recinto-cni-casa-habitacion-en-loyola-entre-marti-y-neptuno/ 

Un testigo del barrio de nombre Paulo, entregó un testimonio informal cuando algunos investigadores antes de la colocación de la primera piedra del condominio Renacer en el que se convirtió el terreno donde anteriormente se ubicaba el Cuartel Loyola, entraron a las antiguas dependencias del cuartel el año 2006, allí este vecino señala sobre las operaciones:

“Paulo atravesó la calle a presentarse como un vecino. De niño, en los 1980, solía subirse a los árboles cerca del muro y llamar a los guardias. A veces incluso lo dejaban entrar. Paulo había escuchado gritos que aludían a oscuros secretos y rumores de lo que ocurría adentro. Desde la casa de su madre, justo al otro lado de la calle, había escuchado camiones yendo y viniendo toda la noche. Pasos misteriosos, recuerda, conducían hacia abajo por pasajes ¿Podrían haber sido las entradas a las celdas? (Read, P & Wyndham, M, 2017)

Exterior del ex Cuartel Loyola año 2006

Fuente: Colección fotográfica del profesor Peter Read y la Dra. Marivic Wyndham

Con las investigaciones que se realizaron en el procesamiento de al menos 33 ex uniformados por el secuestro calificado de cinco frentistas en septiembre de 1987, se pudo recabar nueva información sobre los acontecimientos que vinculan al Cuartel Loyola con algunos crímenes de lesa humanidad acontecidos en nuestro país y que marcan una transformación histórica incluso a niveles culturales del modo de ser en Chile. El caso de Marta Ugarte Román dejó al descubierto los métodos en que las fuerzas armadas estaban haciendo desaparecer a la gente amarrando los cuerpos con rieles de la línea férrea para lanzarlos al mar. La utilización de estos rieles justamente en años en que se desarticuló el sistema ferroviario chileno parece no ser azaroso y responde a una transformación de aquel trabajo fabril propio de la modernización chilena en herramientas de muerte y desaparición. 

Exterior del ex Cuartel Loyola año 2006

Fuente: Colección fotográfica del profesor Peter Read y la Dra. Marivic Wyndham

Desde el año 1984 cuando comienza la operación del Cuartel Loyola sucede a su vez la instalación política extensa del Frente Patriótico Manuel Rodríguez a través de la acción armada directa en contra de la Dictadura, siendo el momento crucial de esta organización el año 1986 cuando distanciándose del Partido Comunista -desde donde se funda-, el FPMR organizará y ejecutará el atentado contra el dictador Augusto Pinochet en una operación conocida como Operación Siglo XX. Organizada desde el año 1984, esta operación intentó asesinar al dictador en el pueblo de El Melocotón cuando se dirigía desde su residencia de descanso hasta Santiago, el Frente ataca la comitiva de Pinochet pero fracasa en su asesinato debido a que el cohete que se utilizó rebotó en el techo del automóvil blindado en que se dirigía. Murieron cinco escoltas en esta operación. Como método represivo en contra del Frente, es que la CNI comienza a realizar diversas operaciones que buscaban el exterminio total del FPMR, una de ellas es la Operación Albania, en donde son asesinados doce militantes significativos para el Frente. La rearticulación de este movimiento de izquierda armada como FPMR-Autónomo (quebrado con el PC) provocó nuevas estrategias en contra de la Dictadura, una de ellas la Operación Príncipe, en que el Frente decide secuestrar un 1 de septiembre de 1987 al coronel Carlos Carreño, subdirector de la Fábrica de Armas y Maestranza del Ejército (FAMAE).    

Uno de los objetivos de los frentistas era canjear a este coronel por algunos prisioneros políticos y el reparto de víveres por distintas poblaciones de Santiago, negociaciones que no se lograron entre otras cosas porque el mismo Pinochet se negaba a permitir este posible vínculo entre la Dictadura y el Frente. Igualmente parte de la CNI decide detener a cinco militantes del FPMR que aunque nada tenían que ver con el secuestro del coronel, podían ser utilizados como moneda de cambio por Carlos Carreño, estos frentistas fueron Julián Peña Maltés, Alejandro Pinochet Arenas, Manuel Sepúlveda Sánchez, Gonzalo Fuenzalida Navarrete y Julio Muñoz Otárola secuestrados entre el 9 y el 10 de septiembre de 1987. El día 3 de diciembre del mismo año y luego de fracasar en la negociación, el Frente decide liberar en Brasil a Carlos Carreño, entonces en una reunión especial en el palacio de La Moneda donde participaron el director de la Dirección de Inteligencia del Ejércitos (DINE) Hugo Prado, el director de la CNI Hugo Salas Wenzel, el mayor de la CNI Álvaro Corbalán, el Vicecomandante en Jefe del Ejército Santiago Sinclair y el mismo Augusto Pinochet, señalará el dictador: 

Fragmento crónica “Viaje al fondo del mar: el macabro destino de los cinco frentistas que Pinochet ordenó asesinar en 1987”

Fuente: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2017/04/26/viaje-al-fondo-del-mar-el-macabro-destino-de-los-cinco-frentistas-que-pinochet-ordeno-asesinar-en-1987/ 

Este caso del secuestro, asesinato y desaparición cambió los rumbos de la historia de Chile, debido incluso a presiones provenientes desde Estados Unidos quienes realizando un giro en su relación con el país en 1986 y en particular, después del caso del asesinato de Rodrigo Rojas de Negri en el Caso Quemados quien residía en Washington, es que la CNI se estaba viendo presionada a cambiar su estructura institucional en razón del próximo Plebiscito Nacional a realizaría en 1988, por lo tanto la desaparición de estos cinco frentistas es el último proceso conocido de Detenidos Desaparecidos ocurridos en la Dictadura pero a su vez, es uno de los simbólicos casos en donde la decisión directa de asesinarlos y arrojarlos al mar proviene de manera explícita y comprobada desde Augusto Pinochet.

Con esta decisión emanada desde el mismo dictador, entonces la CNI designa a Francisco “Gurka” Zúñiga para coordinar con el Ejército la operación. En el Cuartel Borgoño los cinco frentistas fueron torturados salvajemente y luego fueron inyectados con veneno por uno de los enfermeros de la CNI Mateo Tapia Flores “El Quincy”, quien su suicidaría el año 1998. A cargo del secuestro, la tortura y ahora el procedimiento del traslado de los cinco cuerpos hasta los helicópteros que los arrojarían al mar, estaba el ex oficial del ejército, jefe de la Brigada combinada azul-verde que se dedicaba a perseguir miembros del MIR y el FPMR, Luis Arturo Sanhueza Ross “el Huiro”. De acuerdo a las declaratorias realizadas por Luis Santibáñez Aguilera quien estaba a cargo de “el Huiro” en el Cuartel Borgoño, el jefe de la Brigada combinada le señala a este último: 

Fragmento crónica “Viaje al fondo del mar: el macabro destino de los cinco frentistas que Pinochet ordenó asesinar en 1987”

Fuente: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2017/04/26/viaje-al-fondo-del-mar-el-macabro-destino-de-los-cinco-frentistas-que-pinochet-ordeno-asesinar-en-1987/ 

Entonces otro de los agentes de la CNI que se encontraban en el subterráneo del Cuartel Borgoño Miguel Ramírez Montoya, le responde:

Fragmento crónica “Viaje al fondo del mar: el macabro destino de los cinco frentistas que Pinochet ordenó asesinar en 1987”

 

Fuente: https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2017/04/26/viaje-al-fondo-del-mar-el-macabro-destino-de-los-cinco-frentistas-que-pinochet-ordeno-asesinar-en-1987/ 

En el Cuartel Loyola Romilio Lavín –jefe del cuartel- y su subordinado el oficial Adrián Herrera Espinoza, reciben la visita del “Gurka” Zúñiga quien les solicita “unos rieles que serían la base de un box de estacionamientos”, Romilio Lavín no consideró esa orden como una petición formal y le negó la solicitud. Pero pronto llegó hasta el Cuartel Loyola la orden del director de la CNI Salas Wenzel quien explicitó el trabajo que estaba teniendo Zúñiga y que eran necesario “los materiales”. En la declaración Romilio Lavín señaló:

Fragmento reseña Memoria Viva Barría Rogers Hugo Rodrigo

Fuente: https://memoriaviva.com/nuevaweb/criminales/criminales-b/barria-rogers-hugo-rodrigo/ 

 

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