Central de la Compañía de Teléfonos de Santiago

 

CTC DE Nicolás Palacios 1689

 

El edificio de la ex Central de la Compañía de Teléfonos, ubicado en la intersección de la Avenida Carrascal y la calle Nicolás Palacios, es uno de los edificios emblemáticos de carácter industrial construido en la comuna de Quinta Normal en 1922 por la empresa Chili Telephone Co. en los alrededores de la Estación Yungay, específicamente, al norponiente de las vías ferroviarias que conectan con Valparaíso y junto al puente de Carrascal. Su funcionamiento comienza en paralelo a la fundación en 1931 de la Compañía de Teléfonos de Chile (CTC), empresa que se instalaba como la principal institución telefónica del país.

Con el paso de los años, la Compañía de Teléfonos de Chile fue creciendo en complejidad, por lo que el edificio fue asumiendo nuevas tareas que involucraban la comunicación tanto nacional como internacional. En general, el servicio de telecomunicaciones necesitaba de diversas tecnologías y un gran espacio que permitiera principalmente a las trabajadoras mujeres cumplir el rol de operadoras, labor femenina que durante muchos años en Chile marcó la formación de una identidad laboral propia de las mujeres y sus desarrollos dentro de la diversidad industrial de nuestro país.

Sin embargo, las funciones que albergaba este edificio no se limitaban sólo al servicio de telecomunicaciones, sino que, debido a las transformaciones socioeconómicas basadas en el avance por la nacionalización de diversas empresas dedicadas a la distribución de servicios y derechos sociales, se produce una disputa entre la empresa a cargo, International Telephone and Telegraph (ITT) y el Estado lo que introduce métodos de espionaje, intervenciones telefónicas e intervencionismo político e incluso militar de Estados Unidos en la realidad chilena para impedir la llegada del presidente de la Unidad Popular, Salvador Allende, al poder a través de vínculos directos con la CIA.

Como consecuencia, iniciada la dictadura cívico militar en 1973, en el edificio de la ex Central de la Compañía de Teléfonos funcionaba la Oficina de Control Técnico y la Subdirección de Talleres, albergando un centro de operaciones de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y luego de la Central Nacional de Inteligencia (CNI). De esta manera, desde este lugar se comenzó el espionaje político, la intervención de las comunicaciones y se conformaron equipos de persecución política a militantes de izquierda. Estos equipos estaban compuestos por funcionarios de la CTC a quiénes se les entrenaba para realizar actividades de espionaje, tortura y a disparar[1], además de militares quienes ocuparon puestos de jefatura dentro de la empresa.

Al terminar la dictadura, CTC vivió un proceso de reprivatización continuo dentro del cual se traspasó el edificio de Carrascal a manos de la empresa Telefónica de España en 1990, manteniendo así la sigla de CTC hasta el año 2009 cuando pasó a denominarse Movistar. Luego, los continuos cambios en las plataformas de negocios, la transformación hacia la telefonía móvil y los resabios del oscuro pasado dictatorial, produjeron que este edificio ya no fuera parte de los proyectos telefónicos característicos de un desarrollo industrial y ferroviario del pasado.

Lo anterior, generó que por varios años el edificio se encontrara abandonado y obsoleto, principalmente en las primeras décadas del siglo XXI. Posteriormente, fue reconvertido en un centro de eventos comerciales, sociales y culturales conocido como Espacio Carrascal, transformación que mantuvo las características propias de este edificio de dos pisos construido en hormigón armado, permitiendo así identificar su pasado industrial en diálogo con un uso contemporáneo, esto a diferencia de su pasado reciente ligado a la dictadura cívico militar que se encuentra invisibilizado, pero que nos permite entender las distintas capas que componen este lugar y su territorio.

 

[1] En el año 2017 se estrenó el documental “El color del Camaleón” del director Andrés Lûbbert, donde se revelaron diversos antecedentes, tales como documentos del Ministerio para la Seguridad de Estado de la República Democrática de Alemania (STASI), que evidenciaban el uso de este edificio por parte de la DINA y CNI. Además, relata la experiencia de un exfuncionario que formó parte de estos equipos, su experiencia y los ejercicios de entrenamiento.