Puente Carrascal

 

Vista actual del puente Carrascal. Fuente: SECPLA, Quinta Normal 2022

 

EL CAMINO DEL CARRASCAL Y SU HERENCIA HISTÓRICA

El puente Carrascal se ubica en uno de los sectores más significativos de la comuna de Quinta Normal: el sector de la ex Estación Yungay. Este sector de la comuna, principalmente delimitado por su desarrollo industrial y su infraestructura ferroviaria, vive hoy en día procesos de diversificación territorial al ser estos antiguos sitios de la ciudad objeto de las profundas transformaciones que durante toda su historia han sucedido sobre sus caminos y calles, el puente Carrascal unifica parte de la infraestructura que unifica varios siglos de transformación en Quinta Normal: las huellas del período Inca, el pasado agrícola colonial, el desarrollo industrial moderno, la infraestructura ferroviaria y las viviendas en altura del siglo XXI. Desde antes de la llegada de los españoles a Santiago luego del arribo de Colón al continente en 1492, muchos de estos ponientes territorios ubicados junto al río Mapocho tenían usos diversos y muy importantes en las relaciones socio-culturales de los pueblos originarios, usos agrícolas, ceremoniales y de conectividad caracterizaban al eje que hoy conocemos como Carrascal. 

La colonización española se caracterizó tanto por la rígida instalación político-militar del modelo europeo sobre las dinámicas tradicionales de los pueblos originarios, como también, por las imposiciones culturales de sus formas de ver el mundo sobre la visión cosmológica de los anteriores habitantes del valle del Mapocho. Muy común es observar esta dinámica de nominación de territorios santiaguinos desde una visión española, católica y eurocéntrica, siendo para el sector poniente de la ciudad el Camino del Carrascal uno de los conceptos más importantes. 

Múltiples caminos del Carrascal existen en España, todos ellos simbolizan un sitio campestre donde abundan las carrascas, encino que alcanzando o no la forma de árbol, adorna los caminos del campo español de manera simbólica y milenaria, pues la carrasca se considera un árbol de tradición mitológica en España, principalmente en la comunidad autónoma de Aragón, donde desde el año 1499 –y sin estar ausente de polémica- se incorporó como uno de los cuatro símbolos de su escudo oficial simbolizando el mito fundacional de su territorio. Justamente colonizadores españoles, algunos provenientes de Aragón, llegaron hasta Santiago –que había sido fundada de manera oficial por Pedro de Valdivia en 1542-, cuando la historia de la carrasca y la lucha por su incorporación como parte de los mitos españoles estaba aún fresca. 

 

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Escudo_de_Arag%C3%B3n

 

Hasta el día de hoy la carrasca corresponde a uno de los árboles simbólicamente más fuertes de la cultura española, el año 2021 la carrasca milenaria de Lecina en Aragón fue elegido el árbol del año de toda Europa por su histórica mitología vinculada a las brujas de la Edad Media. Era de esperar que al ver los colonizadores al llegar a Santiago esta huella que iba desde el centro del valle y que en una forma diagonal rompía con las estructuras tradicionales del plano damero, bordeando el río Mapocho y atravesándolo justo frente al cerro Renca para conectar este valle con Lampa y Til-Til, fuera bautizada emulando los caminos campestres españoles del Carrascal.  

 

 Fragmento plano de Santiago 1875. Camino del Carrascal

Fuente: http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/631/w3-article-330113.html

 

En Chile y por ciertas ambigüedades lingüísticas propias del choque entre la cultura local y la colonización española, el concepto Carrascal posee también otro significado más allá del árbol carrasca, según la misma Real Academia de la Lengua Española sólo en Chile Carrascal también significa pedregal, lugar de piedras sueltas, piedras que efectivamente se hayan en la ladera del río Mapocho hacia estos sectores del valle. Es más la traducción al inglés de la palabra carrascal diferencia entre el carrascal español derivado de las carrascas (holm oak) del Carrascal chileno propio de los pedregales (Rocky Point). Camino de carrascales o camino de pedregales, esta ancestral ruta forjó el centro del poblamiento del sector norponiente de Santiago en la ladera sur del río Mapocho, funcionando desde la creación de la ciudad como el límite urbano de todo proceso de crecimiento a la vez que como vía de llegada desde los valles externos a Santiago con la ciudad a través de su interconexión con la antigua Calle de la Pax, hoy Avenida Ricardo Cumming. 

Los terrenos nor ponientes de la ciudad alrededor del Camino del Carrascal comenzaron poco a poco a urbanizarse sobre todo luego que el año 1863 se inaugurara la estación Yungay del ferrocarril ubicada justamente en el empalme de la vía férrea con este histórico camino, a pesar que la forma diagonal de esta ruta siempre constituyó una suerte de resistencia para el crecimiento de la ciudad en forma de plano damero cuadriculado, formando un triángulo de tope entre la expansión del Santiago poniente y el río, poco a poco el Camino del Carrascal más allá de los límites de lo que hoy conocemos como la comuna de Quinta Normal, fue acomodándose a las nuevas formas de organización urbana extendiéndose el formato cuadriculado hasta la ribera misma del río Mapocho, desde ahora el límite de la expansión lo constituiría el Camino de Cintura diseñado por Benjamín Vicuña Mackenna, dejando atrás parte de este camino de tradición prehispánica. 

 

Fragmento plano de Santiago 1856 & 1895. Camino del Carrascal

                               

Fuente: http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/631/w3-article-156947.html http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/631/w3-article-320615.html

El Camino del Carrascal se volvió entonces  a fines del siglo XIX la puerta de entrada norte a los nuevos territorios que comenzaban a modernizarse y que se ubicaban más allá de las fronteras urbanas, a través de un acelerado proceso de industrialización que potenció la llegada de diversas fábricas entorno al eje compuesto por este camino -que aún mantenía sus características rurales- y la estación Yungay del ferrocarril, el Camino del Carrascal se forjó a través de esta cualidad mixta compuesta por la tradición campesina y las nuevas formas de la urbe industrial. La identidad de la comuna de Quinta Normal comenzaba a construirse desde estos vínculos que siendo duraderos, se mantendrían a través de su historia como comuna y que en el Camino del Carrascal encontrarán el centro de esta discusión histórica. 

 

 

CARRASCAL Y SUS PROCESOS DE MODERNIZACIÓN INDUSTRIAL

Con la llegada del siglo XX la transformación urbana y el nacimiento de las comunas de Quinta Normal en 1915 y Yungay en 1916, trajeron consigo cambios y continuidades, por una parte las nuevas comunas nacientes (que terminarían fusionadas en 1930) se constituirán como la nueva frontera poniente del centro de Santiago y con ello surgiría la necesidad de satisfacer las condiciones mínimas para el desarrollo urbano, arreglos en los caminos, instalación de alumbrado público, pavimentación de las calles y servicios de agua potable y alcantarillados formarían parte de las demandas mínimas que emanarían desde la comunidad cercana al Camino al Carrascal. 

       

Trabajos de arreglos del Camino del Carrascal. 1921

Fuente: https://www.flickr.com/photos/stgonostalgico/6278249287

 

Instalación del alumbrado público en el Camino del Carrascal. 1927

                  Fuente: http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:554184

 

El camino del Carrascal comenzaba su proceso acelerado de densificación urbana, algunas de las empresas que se instalarían en este sector a lo largo de su historia serían la Fundición y Maestranza Yungay, Empresa de Comercio Agrícola, Fundición Socometal, Central Bodegas, Central de Teléfonos de Chile, Molino Balmaceda, Fábrica Nacional del Huaipe, Fábrica Hirmas, Barraca Sodimac, Fábrica de Cajas de Cartón, Barraca Iberia, Industria nacional de papeles de Lija, Unilever, Cerámicas Carrascal, Basf, Aislapol, Papelera Carrascal, entre otras. Este desarrollo industrial a su vez, estuvo acompañado de la atracción de muchas familias migrantes que comenzaron a poblar el Camino del Carrascal a través del arriendo, compra o autoconstrucción de viviendas que, principalmente, los empresarios que adquirieron estas chacras lotearon y pusieron en venta, dos de estos loteadores fueron Salvador Gutiérrez y Román Spech.  

 

Silos de la Empresa de Comercio Agrícola. 2008

Fuente: Pizzi, Valenzuela &Benavides (2010).

 

Todo este proceso desarrollista se produjo de manera explosiva, transformando para siempre muchas visiones propias de la cultura y de las tradiciones populares que previamente existieron alrededor de este camino, claramente un sinfín de mitos desde que se construyó esta huella hacia Lampa y Til-Til han adornado la existencia de Carrascal, algunos de ellos fortificados fuertemente por el paso del ejército libertador y en específico de Manuel Rodríguez en alguno de sus escapes guerrilleros durante las guerras de Independencia contra España y otros, propios de la cultura popular chilena que entre industrias y bodegas, igualmente construyó grandes historias y personajes, uno de ellos, caracterizado a través de la Lira Popular, el adivino de Carrascal. 

 

Lira popular: El adivino de la calle Carrascal. 1905

Fuente: http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/627/w3-article-350718.html

A pesar que los movimientos modernizadores de la ciudad ocurrían a una constancia significativa en estas antiguas tierras rurales, de igual forma extensos terrenos aún en la década de 1920 seguían funcionando y manteniendo patrones sociales propios de la cultura campesina-hacendal, la que al vincularse con los nuevos servicios urbanos que comenzaban a instalarse en las comunas de Quinta Normal y Yungay, generaban algunas conductas patronales que llamaban la atención de la prensa local, entre ellas el robo de las aguas recientemente procesadas o la acumulación de basura industrial en los terrenos cercanos al río Mapocho.

 

Fragmento “Acción Comunal”. Yungay 22 de mayo de 1927

Fuente: http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/633/w3-article-155564.html

Uno de los grandes terratenientes del sector en que el Camino del Carrascal se topa con la línea férrea y con la estación Yungay, fue Alberto Seco. Este vecino del sector poseía los terrenos que se ubican al norte del Camino del Carrascal hasta el río Mapocho y al poniente de la línea del tren, siendo reconocido por disponer gran parte de sus terrenos en desuso para botar allí la basura que se producía desde las comunas de Yungay y Quinta Normal y que claramente correspondían a diversos residuos industriales. Y aunque el municipio autorizó en 1928 que esta práctica pudiese suceder de manera momentánea -mientras  terminaban las reparaciones del puente Bulnes pues la basura se llevaba hasta Renca-, estos sectores continúan utilizándose como basurales a casi un siglo de estas determinaciones municipales. La calle que cruza estos terrenos se llama hoy Alberto Loseco, una derivación lingüística al hablar del terreno de “los Seco”

 

Imagen aérea de los basurales entre el río Mapocho y la línea férrea. 2022

Fuente: SECPLA, Quinta Normal 2022.

 

En la edición 2022 del concurso literario Santiago en 100 palabras, el tópico que vincula a Carrascal con la basura logró conseguir un reconocimiento importante, el cuento de Sebastián León Pinto “Carrascal” ganó el premio al Talento Breve. 

 

Cuento Carrascal

Fuente: https://www.instagram.com/p/Chr0E31u3g-/?igshid=YmMyMTA2M2Y=

 

 

UN PUENTE SOBRE NIVEL PARA LA INTERCONEXIÓN URBANA

Con la instalación del ferrocarril hacia Valparaíso el Camino del Carrascal perdió gran parte de su antigua característica de interconectividad e inevitablemente se produjo una suerte de clausura urbana en este sector de la ciudad, el ferrocarril pasaba al nivel de la calle recorriendo desde la Estación Central y hasta la Estación Yungay toda la avenida Matucana, el Camino del Carrascal cruzaba la vía férrea en un sector de un crecimiento ferroviario sostenido y por lo tanto, producía peligros evidentes para el tránsito regular, hacia fines de la década del 20 se hablaba que el sector de Carrascal que poseía aproximadamente unos 3000 habitantes, se encontraba en un estado de aislamiento evidente. Si el sector de la estación Yungay era industrial, el sector comercial estaba en Matucana con San Pablo, por lo tanto la gran puerta de entrada a las comunas de Yungay y Quinta Normal era a través de San Pablo y no de Carrascal. 

 

Vista del empalme de la línea férrea con el Camino del Carrascal. 1943

Fuente: Gonzalez, Sergio (2018) 

 

 

Fragmento “La voz de la población Lo Franco”. 26 de agosto de 1939

Fuente: http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/633/w3-article-155656.html

 

Con la llegada de la electricidad al sector de Carrascal, voluntades provenientes del mundo empresarial buscaron dar una solución a este aislamiento vial y tal como el empresario italiano Emilio Cintolesi construyera un complejo sistema de ramales y ferrocarriles por la comuna, Carlos Magno Caggiola –quien fue uno de los grandes empresarios del transporte en Quinta Normal- instala algunos servicios de ferrocarril eléctrico hacia la zona del Carrascal, tanto un ramal a la estación Yungay por calle Villasana en 1920 como un ramal a Carrascal por Coronel Robles-Walker Martínez en 1928. Por sus condiciones de aislamiento, sus características ferroviarias, sus basurales a la orilla del río, sus trazos industriales, su exclusión social, el Camino del Carrascal cargaba con algunas de las complejidades propias de este tipo de sectores, principalmente la delincuencia.

 

Fragmentos “Acción comunal”. 1927

Fuente: http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/633/w3-article-155564.html

 

Y no tan solo delincuencia hubo en las primeras décadas del siglo XX en el Camino del Carrascal, pues al ser una arteria urbana aislada y de características industriales, funcionó también muchas veces como un lugar donde ocultar crímenes de diversa índole, siendo el más significativo de ellos el asesinato político del periodista Luis Mesa Bell ocurrido un 20 de diciembre de 1932. Recientemente terminado el proceso de dictadura de Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931) presionado a abandonar el poder luego de la crisis del 29, se instala un violento período de anarquía que vio pasar a muchos mandatarios en el poder ejecutivo, uno de ellos fue Carlos Dávila Espinoza quien duró en el poder 90 días bajo un constante Estado de sitio, pues ante el miedo de ser derrocado, este presidente instaló una férrea represión a sus adversarios políticos, principalmente comunistas y sindicalistas, siendo en dicho contexto asesinado en el norte de Chile el profesor Manuel Anabalón Aedo. 

El periodista de la revista Wikén Luis Mesa Bell dedicó gran parte de su labor profesional a investigar este asesinato político y a denunciarlo públicamente. Debido a la injerencia de la Policía de Investigaciones en el caso, es que las oficinas de la revista Wikén son intervenidas y Luis Mesa Bell detenido, traído forzosamente hasta el Camino del Carrascal y asesinado a golpes en diciembre de 1932. 

Ante esta problemática de aislamiento, dificultades en la interconexión vial y modernización de la Estación Yungay, es que surge a principios de la década de 1940 un gran proyecto de mejora de la infraestructura ferroviaria vinculada al eje Yungay del tren hacia Valparaíso, este proyecto incorporaba la expansión de la Estación Yungay, la creación de un túnel bajo la avenida Matucana que permitiera terminar con el paso del tren a nivel de la calle y la creación de un cruce en Carrascal por sobre la línea del Ferrocarril a Valparaíso. Y aunque la creación de este cruce venía a cubrir una necesidad imperiosa para volver a interconectar esta ruta con el resto de la ciudad, el proyecto tuvo desacuerdos técnicos y políticos entre el Estado central y el Gobierno local. 

 

Trabajos de construcción del puente Carrascal. 1943

Fuente: Gonzalez, Sergio (2018) 

 

Se destinaron $8.000.000 de pesos de aquellos años a la construcción del túnel de Matucana, a la ampliación de la estación y la construcción del puente, financiamiento que estuvo a cargo del Departamento de Ferrocarriles del Ministerio de Obras públicas y Vías de Comunicación, siendo el presidente de Chile en su ejecución Juan Antonio Ríos. Desde el Estado central y con poca participación de las voces quintanormalinas en la decisión, se presentó el proyecto como un puente sobre nivel que atravesara las líneas del ferrocarril y que además llevara consigo el cierre a nivel de la calle del Camino al Carrascal, este cierre fue tomado como una mala noticia para las comunidades cercanas, pues históricamente Carrascal hubo de significar la interconexión peatonal de la comuna con el resto de la ciudad. Es el alcalde de la comuna de esos años Alejandro Ruiz Aguilera, quien según se puede conocer en las cartas que mandó al Ministerio y representando las múltiples voces de empresarios y vecinos del sector, solicita considerar una mejor alternativa para Carrascal: un paso bajo nivel. 

 

Fragmento de la carta del Alcalde de Quinta Normal al Director del Departamento de Ferrocarriles. Dirección de Obras Públicas. 1944

Fuente: https://obtienearchivo.bcn.cl/obtienearchivo?id=recursoslegales/10221.3/63260/3/S19440621_11.pdf

 

A pesar de los intentos del alcalde mediante la recolección de firmas, la contratación de un equipo técnico municipal e incluso la adherencia por parte de parlamentarios, técnicos y periodistas a la propuesta de paso bajo nivel, esta idea no es tomada en cuenta construyéndose igualmente el puente sobre nivel de Carrascal en 1944, dando paso a una nueva metodología de interconexión que cambiará para siempre el acceso por Carrascal.

 

Trabajos de construcción del puente Carrascal. 1943

Fuente: Gonzalez, Sergio (2018) 

 

Si bien la acción de traspasar la línea férrea por altura constituyó una solución de interconexión vial, esto permitió también abrir nuevas aristas perceptuales sobre como recorrer y experienciar la ciudad a nivel peatonal en un vínculo distinto con la línea férrea y su infraestructura, ya no de un tacto directo a nivel superficial, sino que más bien contemplativo y de mayor escala en la altura. En el diseño del puente Carrascal se diferencia el traspaso vehicular del peatonal, intencionando este último a también habitar el nivel de superficie donde el mismo puente llega a tierra en forma de una gran arcada maciza de hormigón armado que se posa en la ciudad siguiendo la dirección del histórico camino del Carrascal. El puente cobija a este espacio público singular, que por el poniente se establece como un verdadero umbral de la calle Nicolás Palacios de este sector residencial históricamente, no así por el oriente que da paso al polígono industrial caracterizado desde 1957 por la Unilever y actualmente por su actual puente peatonal perpendicular al puente Carrascal. Estos opuestos urbanos fragmentados por la línea férrea se conectan a nivel peatonal por las escaleras del puente, que suben al punto de mayor altura desde el cual se aprecia la amplitud de la ciudad y el surco férreo que a unos pocos cientos de metros hacia el sur desaparece en la tierra en con el túnel Matucana.

 

Vista actual del Puente Carrascal

Fuente: SECPLA, Quinta Normal 2022

 

La amplitud visual generada desde la altura del puente Carrascal, es quizás el único aspecto que ha trascendido hasta el presente en cuanto a la relación de los habitantes con la infraestructura férrea. Tanto el cierre definitivo de la Estación Yungay en 1987, o la superposición de un supermercado sobre lo que antiguamente eran las salas de máquinas de la Estación Yungay en 2001, fueron deteriorando estas dinámicas de vinculación, y que se ven aún más afectadas con la clausura definitiva de los accesos peatonales del puente Carrascal en 2021. De todas formas, esto no ha impedido que peatones en su trayectoria cotidiana sigan ocupando el puente como un importante conector urbano, conviertiendo ahora el traspaso en una experiencia de mayor peligro al caminar junto a vehículos, dejando a la espera una solución apropiada en el lugar que considere la presencia de esta gran infraestructura vial, escenario de distintos acontecimientos de la historia barrial y quintanormalina en torno a los terrenos ferroviarios.

 

Vista aérea del puente Carrascal. 2021

Fuente: Valdés, Francisco (2021)

 

Vista actual del Puente Carrascal 

Fuente: SECPLA, Quinta Normal 2022

 

 

POBLACIONES CALLAMPAS, DICTADURA, ERRADICACIÓN Y ABANDONO

Extensos terrenos ferroviarios acompañan al puente Carrascal, los patios de la estación, la línea férrea, las bodegas, constituyeron espacios que aunque considerados en su momento parte de las afueras de la ciudad, poco a poco comenzaron a quedar incluidos dentro de la expansión urbana. Debido a la profunda desigualdad social que históricamente Chile ha debido enfrentar y por ello, a la gran cantidad de familias sin hogar que durante gran parte del siglo XX existían en nuestro país, es que estos terrenos ubicados entre el puente Carrascal y la avenida Balmaceda fueron tomados por cientos de familia desde el año 1947. En un primer momento la instalación de estas viviendas sobre un terreno privado de propiedad de Luis Armando Tapia Rodríguez originó la “Población Industrial Yungay”, tiempo después otra gran cantidad de familias y al sur de esta población, se instalaron en terrenos de propiedad fiscal, dando origen a la “Población de Emergencia Nueva Matucana”. Ambas poblaciones terminaron constituyendo juntas una de las poblaciones callampa  más emblemáticas de la ciudad: “La población Nueva Matucana”. 

 

Población callampa. Armindo Cardoso. 1971

Fuente: http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:156865

 

La “Nueva Matucana” fue una de las poblaciones que puso en la palestra pública los grandes problemas de desigualdad que el modelo desarrollista chileno generaba, pobreza, desnutrición, alcoholismo, insalubridad, disfuncionalidad, delincuencia, entre otros asuntos sociales afectaban directamente la vida de las familias que vivían aledañamente al puente Carrascal, hacia el año 1952 2.750 personas vivían en la “Nueva Matucana”, hacia el año 1970 más de 7.000 personas componían en 20 hectáreas de toma, esta importante población santiaguina. Diversas instancias de apoyo se intentaron generar para poder al menos atenuar los problemas sociales de esta toma, fue tanta la pobreza que diversas iniciativas del Estado, la Iglesia, sociedad de beneficencias e incluso universidades debieron tomar partido respecto de la realidad de la “Nueva Matucana”.

 

Fragmentos “Población callampa” (estudio realizado en la Población “Nueva Matucana”). 1952

Fuente: https://repositorio.utem.cl/handle/30081993/383

 

Una de las soluciones emanadas desde el Congreso Nacional a la realidad de las familias de la “Nueva Matucana” se propuso en 1955, buscaba esta entregar el título de domino a los pobladores  expropiando a los dueños correspondientes. Esta propuesta de solución habitacional fue tomando forma hasta que en plena década de los 60 se transforma en un proyecto de ley que establecía que la Corporación de Servicios Habitacionales se encontraba facultada para entregar los títulos de dominio a las familias de la población, pero Eduardo Frei Montalva a través de sus facultades presidenciales, decide retirar el proyecto de la convocatoria anual de 1969. Con la llegada de Salvador Allende al poder, este proyecto vuelve a incorporarse en las urgencias legislativas, pero al suceder el golpe de Estado y la posterior dictadura civil-militar, el proyecto de entrega de dominios de terrenos se anuló del todo y al contrario, las políticas de erradicación de poblaciones de la dictadura cayeron sobre la Nueva Matucana, siendo esta población desarticulada en su totalidad el año 1977, trasladándose sus pobladores a cuatro diferentes territorios de Santiago.  

Por su parte, los terrenos ferroviarios se convirtieron durante la dictadura civil-militar en un espacio propicio para tapar las atrocidades propias de la violación de los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad, múltiples cuerpos fueron arrojados en los rieles del ferrocarril, desarticulándose además la organización sindical ferroviaria. En específico en el caso del puente Carrascal y justamente a su costado, el hangar de la Central de teléfonos de Santiago construida a partir del año 1922 fue utilizado como un centro de entrenamiento e inteligencia por la DINA. Durante estos años de represión social, cultural y política, la protesta encontró en el arte un camino para señalar aquello que la dictadura reprimía y asesinaba, siendo el teatro una de las plataformas de crítica histórica más significativa, la obra Carrascal 4000 –cuyos pasajes ocurren alrededor del puente Carrascal- de la compañía “Pedro de la Barra”, escrita por el dramaturgo Fernando Gallardo y estrenada en sala el año 1981, fue una de las más importantes obras que ponían en la palestra la realidad chilena de manera directa y creativa. 

 

Afiche Carrascal 4000

Fuente: https://n9.cl/krw72

 

Reconocida por su calidad de sátira, Carrascal 4000 fue una de las grandes obras del teatro de resistencia a la dictadura, recorrió muchas ciudades del país y estuvo durante años en cartelera, la historia de unos hojalateros que vivían alrededor del puente Carrascal y que ganan el desaparecido concurso de la Polla gol, logra identificar aspectos propios de la cultura popular quintanormalina en tiempos de dictadura a la vez que retrata el Chile de esos años. A metros del puente se ubica la dirección Carrascal 4000, comenzando el siglo XXI un restaurant que intentaba mantener viva esta historia de teatro y arte se instaló en esa dirección, hoy en día el restaurant no existe, solamente quedan los recuerdos del descrito pasado. 

 

Vista actual de Carrascal 4000

Fuente: SECPLA, Quinta Normal 2022

 

Con el paso de los años la presencia al oriente del puente Carrascal de la industria Unilever determinó las perspectivas urbanas posicionándose como una de las principales industrias del sector, tanto el nivel de productividad de esta multinacional como la organización de trabajadores en torno a uno de los sindicatos más fuertes de Quinta Normal, generaron que el ambiente industrial se mantuviera durante muchos años presente en este sector de la comuna. El año 2020 la industria Unilever cesó sus funciones, cambiando para siempre el panorama urbano del sector y entrando hoy en un estado de abandono tanto la edificación industrial como el puente mismo, puente que el año 2022 ha sido clausurado en sus accesos peatonales por los peligros derivados de su deterioro generalizado. Además, desde el cambio de siglo que ante el fin de diversas actividades industriales de muchas empresas del sector, los terrenos han sido utilizados para la construcción de edificios de departamentos, cambiado en parte el panorama de un Carrascal específicamente industrial. 

 

Vista actual de la industria Unilever

Fuente: SECPLA, Quinta Normal 2022

 

Vista actual del paso peatonal del puente Carrascal

 

Fuente: SECPLA, Quinta Normal 2022

 

Vista actual del puente Carrascal

Fuente: SECPLA, Quinta Normal 2022

 

 

UN PRESENTE LLENO DE PASADO

Indudablemente las transformaciones del siglo XXI con escasa comprensión, equilibrio y resguardo por el pasado urbano de estos sectores, han vuelto a poner en discusión las formas y métodos en que el desarrollo ha ido avanzando de manera incomunicada con la infraestructura propia de los procesos ferroviarios e industriales de la modernización chilena, pero aun así, nuevas preguntas sobre la historia del territorio que habitamos han surgido de manera extensa por entre las mismas comunidades que viven en lo que alguna vez fue el Camino del Carrascal, siendo un hito en específico el que permite pensar en la historia previa a la llegada de los españoles a estos sectores de Chile y el continente. El año 2004 mientras se realizaban los trabajos para la creación de la Autopista Central bajo la avenida Carrascal, se encontraron en este sector cuatro sitios arqueológicos de presencia Inca denominados: “Puente Carrascal 1”, “Puente Carrascal 2”, “Puente Carrascal 3” y “Puente Carrascal 4”. Corresponden estos sitios a cementerios locales que comprueban el gran valor simbólico y ritual que estas comunidades Inca le otorgaban al Camino del Carrascal (Cáceres, et. al. 2018).

 

Sitios arqueológicos Puente Carrascal

Fuente: Arqueología Urbana https://n9.cl/2a5k3

 

Sitios arqueológicos Puente Carrascal

Fuente: Arqueología urbana https://n9.cl/5azts

 

Sitios arqueológicos Puente Carrascal

Fuente: Arqueología urbana https://n9.cl/5azts

 

Sitios arqueológicos Puente Carrascal

Fuente: Arqueología urbana https://n9.cl/5azts

 

Este último esqueleto encontrado corresponde a un niño de unos 12 años que fue hallado junto a su flauta de combarbalita de 5.5 cm de ancho y 8.5 cm de largo (Cáceres, et. al. 2018), simbolizando la fuerte presencia de las prácticas musicales vinculadas a la ritualidad prehispánica que existieron y siguen existiendo en este ancestral camino junto al río Mapocho. 

Muchas preguntas abiertas sobre nuestro pasado surgen con estas perspectivas ancestrales de entender el tiempo, el Camino del Carrascal ha sido una ruta de mucho significado histórico a lo largo de nuestra presencia en estos territorios a la orilla del río Mapocho y no tan solo en términos de la comunicación vial, sino también de profundos procesos simbólicos, rituales y mitológicos que han encontrado en los diversos tipos de arte una manera de comunicar estéticamente sus historias pasadas. 

 

Vista actual del puente Carrascal 

Fuente: SECPLA, Quinta Normal 2022