Publicado el 18 de jun, 2024

Desde Quinta Normal al salón de la fama de la música chilena: Marti, líder y fundador de la Sonora Palacios.

Marti Palacios es el líder y fundador de la Sonora Palacios, el primer grupo de cumbia chilena. El legendario trompetista y el principal promotor de la música tropical en nuestro país, ha sido vecino de Quinta Normal junto a gran parte de su familia desde hace décadas.

El célebre músico fue nombrado hijo ilustre de nuestra comuna en el año 2014, condecoración en reconocimiento al gran aporte musical y cultural realizado al país, siendo un motivo de orgullo para los quintanormalinos y las quintanormalinas.

LA VIDA DE MARTI EN QUINTA NORMAL Y SUS PRIMEROS PASOS EN LA MÚSICA

Palacios nació en el seno de una familia talquina de 14 hermanos y hermanas. Su padre, quien era mueblista de profesión, fabricaba algunos instrumentos que entregaba a sus hijos para que se entretuvieran, acompañando estos de algunas guías melódicas que lograba conseguirse, adentrando a Marti y sus hermanos en el mundo de la música desde muy temprana edad. “Él no explicaba bien, no tenía paciencia” dice sobre las primeras enseñanzas de su papá, las que no eran muy de su agrado.

Durante los primeros años de vida del músico, su familia se trasladaría definitivamente hasta la ciudad de Santiago, en la comuna de Quinta Normal, donde tendría residencia prácticamente el resto de su vida.

En la calle Salvador Gutiérrez se ubicaba la primera vivienda de los Palacios en Quinta Normal, en la que vivieron algunos años, hasta que se trasladaron a un domicilio ubicado en la calle Martínez de Rozas. Vivieron también durante un tiempo en una casa ubicada en calle Andes, frente al actual Cesfam del mismo nombre, la que fue facilitada por Luis Leiva Sáez, alcalde de la comuna durante esa época. Tras unos años, el padre de Marti decidió postular a una vivienda, donde se le hizo elegir entre vivir en la misma comuna o trasladarse a la población Juan Antonio Ríos, escogiendo la primera.

Los hermanos Palacios comenzaron desde niños tocando canciones nacionales, principalmente, cueca, las que aprendían gracias a algunas partituras que su padre lograba conseguir y con las que lograron conformar un pequeño repertorio. Marti, quien en esos tiempos tocaba el violín, daría sus primeros pasos en la música junto a sus hermanos.

Gracias al talento de los hermanos Palacios, su padre tuvo la idea de realizar una ‘’matiné infantil’’, pequeños eventos para niños donde, aparte de tocar música, los hermanos animaban el espectáculo e incluso contaban chistes, los que deleitaban a algunos infantes que pagaban para asistir, pequeños aportes que ayudaban a los padres de Marti a solventar un hogar con tantos integrantes y que dejaban una paga en monedas que los hermanos ocupaban para ir al colegio, además de comprar dulces y otras entretenciones de la época.

“Llegaba a la casa y al día siguiente (su padre) decía: ya, a pagarse y hacía turritos de monedas”, cuenta sobre la manera en que era recompensado juntos a sus hermanos y hermanas tras los eventos infantiles que realizaban, aparte de estos, también asistían periódicamente a tocar en el Teatro Caupolicán y otros escenarios donde demostraban sus talentos musicales y artísticos.

DE LA SONORA FANTASÍA A LA SONORA PALACIOS

Marti empezó a destacarse entre sus hermanos en el ámbito de la música, por lo que a los 8 años de edad su padre lo inscribió en una escuela artística, ubicada en la calle Huérfanos, donde acompañado de pequeñas clases particulares con una mujer empezó a incursionar en el piano.

Ya mayor y apasionado por la música, el líder y fundador de la Sonora Palacios rendiría un examen para ingresar al Conservatorio Musical de la Universidad de Chile, en donde necesitaba ser uno de los mejores calificados.

“Yo pasé a estudiar violín en la Universidad de Chile, ahí aprendí música, me gustaba la música tropical” cuenta Marti sobre sus primeras incursiones en la profesionalización de sus conocimientos musicales.

Tras egresar, los hermanos Palacios que aún seguían en la música, comenzarían a tocar en restaurantes y fiestas, en las que era común tener orquestas para ambientar este tipo de eventos. En uno de los locales en los que solía tocar junto a su orquesta, Marti Palacios compró una trompeta que le fue ofrecida por una asistente, siendo el inicio de su incursión en nuevos ritmos. “¿Usted me la puede comprar?, me la va descontando” consultó el músico al dueño del local La Fontana, quien inmediatamente accedió a esta petición. Con esto Marti empezaría su historia con el instrumento que hasta el día de hoy sigue tocando.

Tras la llegada del mambo y otros estilos musicales, Palacios tuvo la idea de crear un tipo de “guaracha bien estilizada”, una música que se pudiera bailar, ya que el tango y el bolero eran la sensación de los salones de la época. “Yo quiero hacer una sonora en Chile” dijo Marti. “Eso es cumbia”, fueron las palabras que brotaron a la hora de mostrar ese nuevo ritmo, el cual desde el primer momento fue bailado por los asistentes de los locales donde Palacios tocaba. “¿Por qué no puede existir la cumbia chilena?”, fue la pregunta que se hizo junto a la Sonora Fantasía, antiguo nombre de la formación que lideraba.

Fue el apellido de nuestro hijo ilustre el que sería recomendado para renombrar a la orquesta “Suena bien tu apellido” le dijeron al músico, y a pesar de la vergüenza que le daba esta idea, se terminó cediendo, pues Sonora Palacios sonaba realmente bien.

EL ÉXITO DE LA SONORA PALACIOS

Pasaron más de dos años esperando que Jorge Oñate, del sello musical Deon, los grabara. Un pianista argentino, al escucharlos se sorprendió y maravilló con su música, dos semanas después, el sello Phillips que recién abría en Chile, estuvo dispuesto a grabar a la Sonora Palacios, ya que justamente, ese pianista se había convertido en director de este. “A la semana, la lanzaron el día lunes y empezaron todas las radios a tocarla”, recuerda Marti sobre el éxito de su primer disco, que en cuestión de días ya estaba siendo la nueva sensación de la música chilena.

En las primeras fondas realizadas en el parque de la Quinta Normal, luego del salto a la fama de la Sonora Palacios, el grupo pudo apreciar que en la mayoría de las ramadas se escuchaban las canciones que meses antes habían grabado. El fenómeno era total.

La Sonora Palacios actuó por todo Chile tras consagrarse sus primeros éxitos, haciendo esfuerzos para recorrer de norte a sur el país con su música. “Para ir a Iquique o Antofagasta había que ir en micro, cruzábamos la pampa, de repente nos bajábamos (…) caminábamos al lado de la micro, nos demorábamos más de un día en llegar”.

Los años siguientes fueron realmente exitosos, viajes y shows exhibiendo la cumbia chilena por Latinoamérica e incluso por Europa, fueron algunos de los momentos de mayor auge de la agrupación que también llegó a tocar su música en diversos lugares de Estados Unidos. “Nueva York, Los Ángeles, Washington, Massachusetts, North Island. Incluso desfilamos en la Quinta Avenida.”, recuerda Marti sobre el apogeo de su carrera en el extranjero.

“Llegar al Festival de Viña”, es lo primero que se viene a la mente de Marti cuando se le pregunta sobre el mejor momento de su carrera con la Sonora Palacios. Esta presentación, realizada durante el año 1989, fue un éxito total en donde el público coreó y bailó todo el repertorio de la agrupación. Desde entonces, se han presentado en 3 ocasiones más, la última de estas en el año 2014. “El Festival de Viña exigía artistas con trayectoria”, recuerda sobre los esfuerzos que durante décadas hicieron antes de llegar al gran evento viñamarino.

MARTI PALACIOS EN EL PRESENTE

Marti aún reside en su casa de Quinta Normal, en donde comparte su hogar con gran parte de su familia, a pesar del éxito y las oportunidades que puede haber tenido en su carrera. “Nosotros seguimos como sea, pero seguimos en nuestra comuna”, sentencia.

Lleva casi 60 años realizando shows en diversos lugares de Chile, donde siempre se recibe a la Sonora Palacios con mucho cariño, quienes siguen con las mismas ganas de siempre a la hora de presentarse. Sin embargo, para el trompetista y líder de la Sonora, no ha existido una correcta valoración hacia los músicos chilenos que han marcado época.

Con su camisa azul y sus tirantes, Palacios camina lentamente por su casa, muestra sus múltiples premios y condecoraciones, asoman las antorchas, gaviotas y los recuerdos de hace décadas. Aunque el paso de la edad se nota en Marti, el músico y líder de la Sonora Palacios sigue dándole entretención al país con su cumbia, con canciones que han marcado a diversas generaciones de chilenos y sin duda a los vecinos y las vecinas de Quinta Normal.