Publicado el 16 de may, 2024

Camila Moreno, figura en golbol y vecina de Quinta Normal

Nos adentramos en la vida de la joven deportista paralímpica, quien vive desde siempre en nuestra comuna, y que, tras haber tenido una vida de muchas dificultades, se alza como figura y ejemplo de esfuerzo para todos los vecinos y vecinas.

 

En 2019, Camila Moreno Millán comenzó a sufrir diversas complicaciones en su salud, comenzando con algunos dolores de cabeza que persistieron y mutaron en dificultades que despertaron gran preocupación en su familia, quienes la llevaron a realizarse chequeos médicos.
Los exámenes no lograron determinar nada, pero los problemas persistían. Un día, su madre se fijó en que al estar estudiando, Camila usaba muchas luces alrededor de ella, y al ver esto, se dio cuenta de que algo estaba muy mal. 

Gwendolyne, su madre, la llevó a la posta, en donde finalmente le detectaron un tumor cerebral, que era el causante de todos estos problemas de salud que ella había acarreado durante esos meses. Ese mismo día Camila fue trasladada de urgencia para ser operada. Tras la operación,  comprendió que su vista jamás sería la misma y que su vida había cambiado completamente.

Hoy Camila Moreno es seleccionada nacional de golbol, un deporte paralímpico creado especialmente para las personas con discapacidad visual. Ha participado en diversos campeonatos, habiendo viajado a Colombia para competir, y más recientemente, en los Juegos Parapanamericanos realizados en nuestro país, en donde Camila, vecina de toda la vida de Quinta Normal, participó en dos de los encuentros disputados por el conjunto chileno.

Tras recibir una beca deportiva y ser reconocida por la alcaldesa Karina Delfino, aceptó conversar junto a su madre sobre su vida practicando el deporte paralímpico, a la vez que supera día a día las dificultades propias de su discapacidad.

¿Qué ha significado para ti haber participado en los Juegos Parapanamericanos?

-La verdad es que fue algo muy bonito, yo recién llevaba como un año entrenando, entonces, como que no me lo creía del todo, fue emocionante. Si bien los resultados no fueron tan positivos en cuanto al marcador, fueron momentos bonitos, una escuchaba las barras de otros países, los entrenadores. Fue una experiencia muy enriquecedora en ese sentido.

¿Cuáles fueron tus primeros acercamientos con el golbol?
-A mí me contactaron con Raúl, yo antes de quedar ciega practicaba básquet, practiqué un poco de handball, pero me gustaba más el básquetbol y de hecho en el colegio iba a talleres de eso. Yo cuando quedé ciega estuve mucho tiempo sin educación física y comencé ir a la Fundación Luz. La coordinadora en ese momento sabía que yo practicaba deporte y no quería que me quedara quieta. Me comentó esto del deporte, que era para personas ciegas y ahí me contactó con Raúl.

¿Cómo fue el cambio en tu vida cuando empezaste a jugar golbol?
-Para mí lo más importante fue el tema psicológico, porque yo antes no quería salir, me costaba mucho el solo hecho de salir de la casa, dar tres pasos y ya estar tiritando, me ponía a llorar, chocaba y era como que me pegaran, me sentía torpe. Ya después cuando empecé a conocer más gente que tenían muchas historias, varios quedaron ciegos por disparos, de una edad más grande que yo y ya tenían una vida más de adulto. Me empecé a sentir más cómoda y me empezaron a enseñar, no solo en el ámbito deportivo, sino que en acciones tan cotidianas como servirse una taza de té.  

¿Qué sensaciones te quedaron al haber recibido una beca por parte de la municipalidad?
-Orgullo, me emocionó mucho. Yo no sabía que había una beca deportiva, el entrenador empezó a informarnos de estas becas y comenzó a incentivarnos a que postulara, porque la verdad es que yo no tenía mucho conocimiento de esto y la verdad es que ser reconocida acá en la comuna con la beca fue algo bien bonito.

¿Cómo te sientes respecto a la municipalidad luego del reconocimiento que te han dado?
-La verdad es que estoy bien agradecida, anteriormente habíamos venido también por el tema del liceo, yo estudié en el B-79, estuvimos viniendo por eso y las veces que veníamos siempre nos trataban de ayudar en la medida que ello fuera posible.

¿Cuáles son los próximos desafíos deportivos que debes enfrentar?

-Este año se vienen los Paranacionales y espero clasificar ahí, y el próximo año son los Parapanamericanos juveniles pero no sé si vayan a ser acá, esos son los objetivos más grandes. Ya en lo personal, seguir avanzando, hay cosas que a pesar del tiempo todavía me cuestan.

 

La labor de cuidados de una deportista paralímpica

Desde que su hija perdió la visión, Gwendolyne Millán ha tenido que ser su compañía y su cuidadora durante estos 4 años en que la discapacidad llegó a la vida de su hija, y también a la suya. Como ella dice, se ha convertido en los ojos de Camila y ha tenido que dedicar toda su energía en ser su soporte.

¿Cómo ha sido su posición como cuidadora durante estos años?
-Es desgastador, porque si bien a ella se le han abierto muchas puertas, ha costado un poco por los protocolos a seguir, el tiempo, y ese fue el motivo por el que yo no pude seguir trabajando. No pude renovar contrato por obvias razones, mi hija había quedado ciega. Tuve la oportunidad por mi familia, de vivir allá en la casa ayudándome, un simple almuerzo que de repente no tenía tiempo de preparar, mi mamá siempre estuvo atenta.

¿Puede describir las sensaciones que le han dejado los avances que ha tenido su hija en estos años?
Yo me llenaba con pequeñas cosas, que la Camila se pudiera desenvolver, cuando ya no tuve que ir al liceo y quedarme sentada esperándola toda la mañana, porque ella se angustiaba si yo me alejaba, y después ver que deambulaba sola por todo el liceo, fue un proceso. No sé si otras mamás lo verán así, pero yo sé que las mamás que son como yo y que luchan por sus hijos, tienen una vida caótica con respecto a los tiempos, pero tienen muchas satisfacciones al ver los logros de ellos.

¿Cómo ha sido para usted acompañar a su hija en sus desafíos deportivos?
-La verdad es que ha sido muy enriquecedor para mí, como mamá puedo decir que ha sido algo muy bonito, aunque la palabra suene muy repetitiva,  ha sido algo muy satisfactorio.