Paulina Isla es profesora de educación diferencial y llegó en noviembre a vivir a Quinta Normal. A partir de marzo, impartirá clases de escritura y lectura a mayores de 18 años. “Nunca es tarde para aprender”, asegura.

La escolaridad es un proceso clave e indispensable para el correcto desarrollo del ser humano. Y aunque parezca irrisorio, hay personas que no tuvieron esa posibilidad. Paulina, quien se desempeña como profesora en la Escuela Especial Santiago Apóstol, en Quinta Normal, notó esta brecha y decidió hacer algo para cambiarlo; impartirá clases de alfabetización gratuitas en su domicilio a quienes lo necesiten y se animen a hacerlo. 

Conversamos con ella y nos contó detalles sobre esta importante iniciativa en Quinta Normal, la que no tiene otro fin más que ayudar a quienes no tuvieron la posibilidad de aprender a leer y escribir, todo, solamente por vocación. 

¿De dónde nace la idea de ofrecer clases de alfabetización gratuitas a la comunidad?

-La idea de estas clases no es lucrar y ganar plata, yo tengo mi trabajo donde gano dinero. Esto es por vocación. Hasta el momento, me han hablado cuatro personas, pero muchas veces la vergüenza juega en contra. Yo lo que quiero es difundir esta iniciativa y llegar a la mayor cantidad de gente posible.

Cuéntanos detalles de esta inspiradora iniciativa

-Las clases están planificadas para que sean de marzo a diciembre, comenzando la primera semana de marzo. Obviamente, no hay límite de cupos y pueden ir sumándose a las clases a medida que avanza el año. Nos juntaríamos tres veces por semana en mi domicilio. Yo ya cuento con experiencia en esta área, porque trabajé en el ministerio de Educación en un programa que se llama “Contigo Aprendo”. Ahí entendí que solo un día para el aprendizaje es poco, ya que es imposible que una persona que no está escolarizada aprenda una vez a la semana en siete meses. 

En torno a los materiales y lo básico para poder hacer tus clases ¿Qué es lo que se necesita? 

-El ministerio de Educación tiene un programa que entrega ayuda, pero si yo armo un grupo de, por ejemplo, seis personas, te entregan materiales y aportes, pero solo si se junta esa cantidad. En mi caso, lleguen seis o llegue una persona, yo haré las clases igual, con la cantidad que sea. Si es uno, dos o tres, yo feliz.

¿Cuál cree que es la barrera principal que impide que personas de más avanzada edad se alfabeticen?

-Pasa mucho que existe la vergüenza y el concepto del “yo no puedo” o a mí me cuesta más. Hay personas que tienen sus propias experiencias previas. En las clases que yo di antes, la gente lloraba diciéndome que nunca aprendió, que le costaba mucho, que le daba vergüenza, entonces esto es como un refuerzo para la autoestima porque les va a abrir puertas para desenvolverse con más autonomía y para darse cuenta que ellos pueden. Mi idea es que se sientan en un espacio seguro, donde nadie los va a juzgar ni cuestionar sobre el por qué no aprendieron.

Finalmente, Paulina… Qué mensaje e invitación le haces a las personas para que participen de las clases de alfabetización que realizarás de manera gratuita. 

-Los invito a que se animen, porque nunca es tarde para aprender y ese es el mensaje que quiero transmitir. No tengan miedo, no tengan vergüenza. Atrévanse a estudiar y siéntanse en confianza porque lo que yo quiero es hacer un verdadero aporte a quienes lo necesiten. Así que, los espero a partir del lunes 4 de marzo desde las 19:00 hasta las 22:00 horas. Nos reuniremos los lunes, miércoles y viernes de todo el año.